Trastornos alimentarios y salud bucodental

Los trastornos alimentarios afectan de modo diferente a los chicos y a las chicas.

Los trastornos alimentarios afectan de modo diferente a los chicos y a las chicas, es en la población adolescente en la que mas incide esta enfermedad: ellas suelen están mas condicionadas por la presión mediática y los modelos “estéticos imperantes”, y a ellos, en cambio, les afectan mas los comentarios de familiares y amigos; ellas con frecuencia tienen un  Índice de Masa Corporal (IMC) normal pero se ven a sí mismas obesas, mientras que ellos tienen un imc elevado pero son menos críticos con su imagen física.

La anorexia y la bulimia son trastornos alimentarios que afectan por igual a unos y otros, empiezan hacia los 12 años de edad y pueden persistir más allá de los 20. Se pueden prolongar durante años, a veces ocultándolo a la familia y a veces a sabiendas pero sin saber como actuar (cada vez menos, ya que ahora se ha desarrollado sensibilidad social y sanitaria al problema y se detecta cada vez más precózmente). Con frecuencia, los afectados por esa enfermedad, alternan episodios de ayuno estricto con atracones de comida, seguidos de conductas purgativas ya sea con laxantes, induciendo el vómito, o  mediante la realización de ejercicio físico desmesurado.

Para obtener más información acerca de los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), pinchad aquí.

El Consejo General de Psicólogos también ha escrito recientemente una artículo sobre «La preocupación por la imagen corporal en las chicas adolescentes españolas». Podéis verlo aquí.

En el ámbito de la salud bucodental afectan muy negativamente a los dientes anteriores que en conductas purgativas como las de autoprovocarse el vómito, son los mas expuestos a los ácidos de los jugos gástricos. De modo continuado y a veces frecuentemente, varias veces al día, sufren la erosión que estos ácidos les provocan. El esmalte no tiene defensas frente a los ácidos, ya sean estos tan saludables como el zumo de limón o tan ajenos como el ácido clorhídrico de la función digestiva. Cuando se toman cítricos recomendamos por ejemplo el uso de pajitas que aligeren el tránsito hacia la parte posterior de la boca, pero en las conductas vomitadoras, ¿qué podemos hacer?

Por supuesto que los atracones también generan un cambio bioquímico en el interior de la boca, ya que los alimentos que se ingieren suelen ser muy grasos y dulces, con gran adherencia a los dientes y las encías, y si además, se finaliza autoinduciéndose el vómito pues entonces la agresión es doble, por no mencionar la que se produce en las delicadas mucosas internas del esófago. ¿Podéis imaginar la combinación de la dilatación provocada por el esfuerzo de vomitar junto con la quemazón del acido circulante?.

A medio y largo plazo, se produce un estado de malnutrición general que termina afectando a la salud global de la persona que padece el trastorno, y naturalmente también a las mucosas de la cavidad oral y encías.

Con estos apuntes pretendo animaros a participar escribiendo vuestra experiencia y opinión al respecto, estaré a vuestra disposición para consultas y comentarios que queráis compartir conmigo.