Corazón y salud oral

Día Mundial del Corazón – 29 de septiembre.

Hasta hace unos 15 años, todos actuábamos como si la boca fuera un compartimento distinto al resto del organismo:

• los médicos no tenían conocimientos sobre los problemas de salud bucodental, pues lo consideraban una especialidad aparte, y así ha sido minusvalorada en la práctica por la medicina, tanto ambulatoria como hospitalaria;
• por su parte, los dentistas, enfrascados en los detalles de nuestras técnicas, apenas le dábamos importancia a los factores de salud general;
• y el público, en general, se preocupaba de sus problemas dentales sólo si le ocasionaban dificultad de masticar o un aspecto antiestético.

Esto ha cambiado, pues cada vez más estudios coinciden en que la salud de la boca y la salud general del organismo están íntimamente relacionadas. Tanto es así que la Federación Europea de Periodontología, publicó en 2012 un Manifiesto en el que se declara que la Enfermedad Periodontal (periodontitis: infección de las encías) es un problema de Salud Pública, pues está en relación probada con:

• las enfermedades cardiovasculares,
• la diabetes,
• las complicaciones durante el embarazo (incluyendo el parto prematuro y el recién nacido de bajo peso),
• la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y la neumonía,
• la enfermedad renal crónica,
• la artritis reumatoide,
• varias enfermedades con deterioro cognitivo (entre ellas el Alzheimer),
• el síndrome metabólico y la obesidad
• el cáncer de varias localizaciones.

La persona con periodontitis tiene pues mayor riesgo de enfermedades coronarias y ataque cardiaco. Si no cuidamos nuestra boca, nuestras arterias pueden terminar enfermando también.

¿Cómo pueden estar asociadas estas dos enfermedades?.
La explicación está en la inflamación. La inflamación está en la base de la mayoría de nuestras enfermedades. Aparte de la siembra directa de bacterias, los mediadores inflamatorios son moléculas que se desprenden de los tejidos inflamados de la boca y activan a distancia otros tejidos también inflamados. Nuestros órganos y tejidos están profundamente interconectados y la respuesta inmune del organismo a la infección bucodental, termina afectando también en otras zonas.

Vivamos una vida activa y sin hábitos nocivos, controlemos la alimentación, la diabetes y la hipertensión. Pero cuidemos también nuestra salud bucal si queremos evitar las enfermedades cardiovasculares y mantener nuestra calidad de vida.